¿Sabías que si reducimos el consumo de electricidad de los dispensers de agua de la FCQ, podremos lograr un ahorro anual equivalente a 3 meses de insumos en Trabajos Prácticos para todas las carreras?
Bajo esa premisa, la Facultad –a través de su Programa de Eficiencia Energética (PEE)– lanzó una campaña que busca reducir el consumo eléctrico de 45 dispensadores de agua distribuidos en diferentes instalaciones.
En un documento técnico, desde el Consejo Asesor del Programa de Eficiencia Energética (CAPEE) explicaron: “En las dependencias de la FCQ es frecuente el uso de aparatos dispensadores de agua fría/caliente conectados a la red eléctrica. Normalmente, éstos permanecen encendidos las 24 horas del día, inclusive en horarios y días no laborables”.
Ante este diagnóstico, desde el Consejo Asesor comenzaron a estudiar una solución que derivó en un esquema de apagado de los dispensadores en determinados horarios.
“Venimos trabajando en un relevamiento exhaustivo del consumo energético en FCQ. Además, tenemos previstas reuniones informativas con los Consejos departamentales. El nuevo esquema de apagado es la primera acción visible del PEE para toda la comunidad”, sostuvo Oscar Oviedo, coordinador del CAPEE.
Energía, recursos económicos y ambiente
Para analizar el consumo de los dispensadores, CAPEE empleó un simulador desarrollado por el Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable en base a una fórmula: 45 equipos conectados a la red eléctrica durante las 24 horas y los 365 días del año implican un consumo total de 35.580 kilovatios hora/año.
En términos económicos, esos kilovatios se traducen en 4.269.637 pesos anuales, lo que equivale al consumo anual de energía de 12 hogares de clase media (4 personas), aproximadamente. Empleado de este modo, en promedio, cada dispensador implica una erogación de casi 95 mil pesos al año.
A partir de ese diagnóstico, CAPEE diseñó un esquema de apagado de los 45 dispensadores de agua, que desde septiembre comenzaron a funcionar solo de 20 a 8 de la mañana en jornadas laborales. Durante los días no laborales, el apagado es total.
Esta medida permitirá ahorrar un 67,8% de la energía que consumen los dispensadores al año, lo que significa 2.895.165 pesos. Este monto equivale al costo de los insumos que se emplean en trabajos prácticos de la FCQ a lo largo de 3 meses.
En este sentido, es importante aclarar que los cálculos fueron obtenidos según las tarifas vigentes en agosto pasado, por lo que el ahorro económico podría seguir incrementándose a medida que aumente el costo de la electricidad.
Más allá de su eficiencia energética y económica, el esquema permite cuidar el ambiente. “Esa misma energía que se consume también implica emisiones de gases de efecto invernadero que pueden evitarse”, aseguró el coordinador del PEE.
Nuevas medidas para los próximos meses
Mientras comienza a aplicarse el apagado de dispensadores, CAPEE evalúa la implementación de otras medidas orientadas al uso racional y eficiente de computadoras y notebooks que se emplean en docencia, investigación y administración.
Además, se siguen relevando equipos de Departamentos académicos, CEQUIMAP y áreas de gestión. “Con esta información podremos tomar decisiones estratégicas enfocadas en tres pilares: impacto energético, facilidad de implementación y costos. Nuestra meta es llegar, al menos, con una medida al mes hasta fin de año”, dijo Oviedo.
Entre las prioridades, también se destaca la reparación del banco de capacitores de la Facultad, que al llevar varios años sin uso genera penalizaciones por parte de EPEC.