Residuos Orgánicos Compostables

Programa FCQ Sostenible y Regenerativa

La separación y tratamiento de residuos compostables en la Facultad de Ciencias Químicas es una acción central del Programa de Acción para una FCQ Sostenible y Regenerativa.

A través del compostaje comunitario, buscamos generar e incorporar nutrientes al suelo en forma de compost maduro y reducir las emisiones asociadas a su disposición final. Así como también, fortalecer el trabajo colaborativo entre distintas áreas de la Facultad/Universidad, contribuir a la regeneración de los ecosistemas integrando ciencia, compromiso social y cuidado del ambiente.

¿Cuáles son sus objetivos y beneficios?

  • Reducir el impacto ambiental evitando que los residuos orgánicos terminen en el enterramiento sanitario, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas.
  • Fomentar el compostaje como herramienta educativa y cultural que nos invita a repensar el valor de lo que desechamos, a desarrollar hábitos sostenibles y a construir una comunidad académica que actúa con responsabilidad social y ambiental.
  • Optimizar el proceso de compostaje, garantizando que el material llegue en condiciones adecuadas para su transformación en compost de calidad.

¿Cómo funciona?

La gestión in situ de residuos compostables (“residuos” orgánicos alimenticios) se realiza en una compostera modular ubicada en el patio interno de la Facultad de Ciencias Químicas. 

Las personas que participan voluntariamente recolectan diferenciadamente su residuos compostables en un recipiente con tapa que, cada dos días es llevado y dispuesto en la compostera por personas voluntarias.

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Figura 1: Compostera instalada en el patio interno de la Facultad de Ciencias Químicas.

Participación, sostenimiento e impulso del compostaje comunitario en la FCQ

Participan voluntariamente personas de distintos departamentos y áreas de la Facultad.

A la fecha gestionamos una compostera de tres módulos y 3300 litros de capacidad instalada, capaz de procesar en promedio  hasta 15 kg diarios de material orgánico. En tres años de consolidación de la práctica, hemos tratado más de 6 toneladas de residuos compostables, obteniendo una producción cercana a una tonelada de compost maduro en el periodo 2024-2025.

Además, las personas encargadas de la compostera, realizan un seguimiento de los parámetros indicadores para asegurar un procesamiento adecuado, cuidado del ambiente y producto final de calidad.

Si tenés las ganas y el compromiso para ser parte de esta movida, ¡sumate! Te estamos esperando.

♻️ ¿Cómo disponer residuos compostables en la FCQ?

Si tu área participa del programa de compostaje voluntario, consultá a las personas encargadas cómo se organizan allí. Generalmente cada área debería seguir un esquema similar al siguiente:

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Figura 2: Esquema general para disponer correctamente los residuos orgánicos compostables.  Imagen tomada del manual Compostaje en Instituciones. Lineamientos para diseñar un Plan de Compostaje Institucional (PCI)

En caso de que aún no participes del Programa, consultanos para recibir asesoramiento sobre cómo empezar a disponer los residuos compostables en el área en que desarrollas tus tareas.  

✔️ ¿Qué materiales constituyen residuos orgánicos compostables?

Los residuos orgánicos compostables son materiales orgánicos que pueden ser descompuestos y convertidos en compost. Los materiales de este tipo son aquellos que se descomponen en un período relativamente corto, generalmente entre seis meses y un año. Los residuos orgánicos compostables se descomponen de manera natural y sin generar impactos negativos. 

✔️ Ejemplos más comunes de residuos orgánicos compostables

Frutas y verduras (con sus cáscaras y semillas), yerba mate, té, café, hojas, preferentemente cortadas en pequeños trozos (no mayores a 5cm) para que la eficiencia del proceso sea óptima.

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🚫 ¿Qué residuos orgánicos NO compostamos en este programa?

Aunque muchos residuos orgánicos se pueden compostar, hay algunos que no incluimos por los cuidados especiales que implican. Algunos ejemplos son:

🚫 Papeles y cartones con tintas o plásticos
🚫 Productos lácteos, carnes y huesos
🚫 Grasas y aceites
🚫 Restos de jardín tratados con pesticidas

✅ Compostar es un gesto de comunidad y cuidado colectivo

Somos una de las pocas Facultades del país con un sistema de compostaje comunitario.

El  sistema de compostaje es comunitario, lo que implica que todos tenemos una parte de responsabilidad para que funcione. Es virtuoso sólo si cada persona asume con conciencia la correcta disposición de los residuos.

Esto no es “tirar basura” y que otro la resuelva. Es un trabajo en equipo, de participación voluntaria, que promueve la responsabilidad y el reencuentro del generador con su propio residuo.

Si tenés las ganas y el compromiso para ser parte de esta movida, ¡sumate! Te estamos esperando. 

Te invitamos a conocer más sobre las acciones de la compostera (@la.compostera.de.la.facu) 

Fases del compostaje

El compostaje es un proceso biológico que se desarrolla en condiciones aeróbicas. Con la humedad y temperatura adecuadas, los restos orgánicos se transforman en un material homogéneo, apto para ser aprovechado por las plantas (Figura 3). Puede entenderse como la suma de complejos procesos metabólicos llevados a cabo por diferentes microorganismos que, en presencia de oxígeno, utilizan el nitrógeno (N) y el carbono (C) disponibles para generar su propia biomasa. En este proceso, además, liberan calor y producen un sustrato sólido más estable, al que llamamos compost (enmienda natural para el suelo, útil para fertilizar huertas y jardines).

Durante la descomposición de la materia orgánica, el calor liberado por la actividad microbiana puede medirse a través de las variaciones de temperatura. El compostaje presenta tres fases principales, seguidas por una etapa de maduración cuya duración es variable.

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Figura 3: Fases del compostaje. Temperatura y pH. Características generales del material durante el proceso de compostaje.

Fase Mesófila I. El proceso comienza a temperatura ambiente y, en cuestión de horas o pocos días, la temperatura asciende hasta unos 45 °C debido a la intensa actividad microbiana. En esta etapa, los microorganismos consumen compuestos simples de C y N, generando calor. La degradación de azúcares y otras moléculas solubles produce ácidos orgánicos, lo que puede llevar el pH a valores cercanos a 4,0–4,5. Esta fase dura entre dos y ocho días.

Fase Termófila o de Higienización. Al superar los 45 °C, las bacterias mesófilas son reemplazadas por bacterias termófilas, capaces de degradar compuestos más complejos como la celulosa y la lignina. El nitrógeno se transforma en amoníaco, elevando el pH. A temperaturas superiores a 60 °C aparecen bacterias esporuladas y actinobacterias, que descomponen ceras, hemicelulosas y otros polímeros complejos. El calor generado destruye patógenos como Escherichia coli y Salmonella spp., así como esporas de hongos fitopatógenos y semillas de malezas, higienizando el producto. Esta fase puede durar desde algunos días hasta varios meses, dependiendo de las condiciones.

Fase de Enfriamiento o Mesófila II. Cuando las fuentes de C y N se agotan, la temperatura desciende nuevamente a 40–45 °C. Continúa la degradación de polímeros como la celulosa, y es común la presencia de hongos visibles. Al bajar de 40 °C, los microorganismos mesófilos retoman la actividad y el pH desciende levemente, aunque suele mantenerse ligeramente alcalino. 

Fase de Maduración. A temperatura ambiente, durante varios meses, se producen reacciones secundarias de condensación y polimerización de compuestos carbonados, dando origen a ácidos húmicos y fúlvicos, fundamentales para la estabilidad y calidad del compost final.

Ciencias detrás del compostaje

La ciencia del compost es clave para transformar un proceso ancestral en una herramienta moderna de gestión de residuos, restauración de suelos y mitigación del cambio climático. Comprender cómo interactúan los factores físicos, químicos y biológicos en la descomposición de la materia orgánica permite optimizar tiempos, mejorar la calidad del compost y ampliar sus aplicaciones, desde la agricultura regenerativa hasta el control biológico de plagas. Así también, permite entenderlo como proceso para tomar un rol cada vez más protagónico en la economía. 

El compostaje descentralizado surge como una solución particularmente eficiente y económica para gestionar residuos orgánicos en municipios pequeños y medianos. Estudios modernos demuestran que construir y operar plantas de compostaje descentralizadas —capaces de procesar entre 1 y 10 toneladas diarias— tiene un impacto ambiental similar al de plantas industriales por tonelada tratada, pero con costos significativamente menores[1]. Además, el compostaje comunitario aprovecha un recurso valioso (los residuos orgánicos), reduce la frecuencia de recolección y el uso de vehículos pesados, disminuye gastos municipales, genera compost de alta calidad y habilita empleo local calificado[2].

Desde el punto de vista biofísico, el volumen de la pila de compost juega un rol clave en mantener la temperatura óptima para la actividad microbiana: pilas voluminosas retienen mejor el calor, mientras que las pequeñas disipan el calor demasiado rápido, comprometiendo la fase termófila[3]. Asimismo, la humedad es un factor crítico: niveles inapropiados —ya sea por exceso o déficit— alteran la actividad de los microorganismos, generando condiciones anaeróbicas o ralentizando la degradación; por eso, se recomienda manejarla cuidadosamente mediante volteos o adición de material seco y estructurante[4]. A su vez, la energía térmica generada durante el compostaje —especialmente en la fase termófila, donde la pila puede superar los 65 °C— puede recuperarse mediante sistemas termoeléctricos aplicados in situ, mejorando el proceso (reducción de volumen, eliminación de fitotoxicidad, alimentación de sistemas de aireación), aunque todavía está en etapas iniciales de desarrollo[5].

Las investigaciones recientes muestran que el compost, además de ser un recurso valioso para mejorar suelos, enfrenta retos que dependen de su manejo. Por un lado, se ha detectado la presencia de microplásticos incluso en compost sometido a procesos de tamizado, lo que resalta la importancia de una correcta separación en origen y del control de contaminantes [6]

Por otro lado, se ha comprobado que el compost puede actuar como un medio protector que mejora la supervivencia de nematodos entomopatógenos, organismos capaces de controlar plagas de forma natural. Estos hallazgos reflejan que la ciencia del compost no solo busca optimizar su producción, sino también garantizar su calidad y explorar nuevas aplicaciones en beneficio del ambiente[7]

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