“En este contexto tan difícil, el museo tiene la responsabilidad de explicar por qué la Universidad pública es imprescindible. Seguiremos trabajando para que niños, niñas y adolescentes vean en la ciencia un camino posible, para despertar vocaciones tempranas y acercar la ciencia a la sociedad”, dijo Valeria Juarez, entre lágrimas, al recordar diferentes momentos de estos cinco años del Museo de Ciencias Interactivo (MCI) de la Facultad de Ciencias Químicas (UNC).
Antes, el coro de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (FaMAF) había recibido al público con “Madre del maíz”, mientras un grupo de estudiantes representaban la conexión entre los saberes originarios con la ciencia moderna a través de fluorescencias y reacciones luminosas que provocaron sorpresa en el Auditorio de la FCQ.
Durante su saludo, el decano Marcelo Mariscal recordó los esfuerzos para concretar esta propuesta debido a la falta de espacio físico y felicitó a quienes lograron ir construyéndolo, desde la primera “Noche de los Museos” hasta las últimas ediciones de “Vacaciones de julio en el MCI”. Además, resaltó su relevancia para Córdoba.
“El museo tiene un rol muy importante para generar mayor conexión con la sociedad, un rol que debemos apoyar y hacer crecer. Hoy, nuestra sociedad está interpelando todo lo público, y nosotros tenemos mucho para contarle sobre lo que hacemos en la Universidad a través de las propuestas interactivas del MCI, un espacio cultural donde la ciencia y el arte se encuentran. Para mí, es uno de los museos más lindos y convocantes de la UNC”, dijo Mariscal.
Valeria Juárez y Marcelo Mariscal.
Dos nuevos espacios culturales
Luego de la emisión de un video institucional y del lanzamiento del Club de Ciencias, integrantes del museo y estudiantes caracterizados como referentes nacionales de las ciencias guiaron a las y los visitantes por los nuevos espacios culturales del MCI.
Irene Bernasconi (Berenice Vilchez), Bernardo Houssay (Matías Grasso) y César Milstein (Valentín Sanguino) acompañaron al grupo desde el nuevo Espacio Cultural en el Edificio Integrador, la muestra sobre agua y el stand del Club de Ciencias en el Edificio Ciencias I hasta la Sala Hidrógeno, en el hall de ingreso del Aula Integral H.
Una torta con los colores y las formas de los diferentes sectores del Museo cerró la jornada entre aplausos por estos 5 años de trabajo colectivo.