Por Rubén H. Manzo
Ex vicedecano a cargo del Decanato de la FCQ (1987). Profesor emérito e investigador del Departamento de Ciencias Farmacéuticas.
En las últimas décadas del siglo pasado, tanto en los centros académicos como entre las autoridades e instituciones nacionales y supranacionales vinculadas con la salud, se reconocía la necesidad de asistir los procesos de prescripción, dispensación y utilización de los medicamentos con información pertinente, actualizada y confiable.
Este reconocimiento originó la creación de centros especializados para satisfacer esa necesidad, en el contexto de la rápida evolución de la farmacoterapia en la segunda mitad del siglo XX. En el Departamento de Ciencias Farmacéuticas de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ), se generó, por entonces, la inquietud de implementar el Centro de Información de Medicamentos (CIME).
En mayo de 1994, el Consejo Directivo de la FCQ aprobó la creación del CIME, el cual fue propuesto por el entonces Departamento de Farmacia, que actualmente se denomina Departamento de Ciencias Farmacéuticas.
La evolución de la farmacoterapia que generó esta iniciativa
Los progresos en procedimientos de diagnóstico de patologías sumados a la creciente introducción de nuevos principios activos para prevenir y tratar mediante farmacoterapia la salud originaron un rápido enriquecimiento de las disciplinas farmacológicas y farmacéuticas, con el desarrollo de la farmacocinética y la biofarmacia.
Este proceso condujo a la conceptualización biofarmacéutica de la acción sistémica de los medicamentos como una secuencia cinética denominada LADME (liberación, absorción, distribución, metabolismo y eliminación), que abarca las etapas que origina la administración de los medicamentos para producir el inicio, la intensidad y duración del efecto farmacodinámico.
En ese sentido, este avance permitió incorporar los parámetros de eficacia, seguridad y confiabilidad en la definición del beneficio/riesgo de los medicamentos, generando valiosa información sobre su performance.
Los objetivos del CIME
En 1994, el Centro se implementó con un directorio integrado por dos profesores del Departamento de Farmacia, uno de ellos con funciones de director, y un profesor del Departamento de Farmacología más un operador u operadora.
Sus principales objetivos, que se han mantenido a lo largo de los años, son:
- Ofrecer información objetiva, actualizada, pertinente y oportuna sobre medicamentos a los profesionales de la salud, instituciones públicas y privadas, funcionarios, docentes, estudiantes, comunicadores sociales, pacientes y público en general que la solicite a través de consultas específicas (información pasiva).
- Recuperar y procesar información sobre medicamentos, obtenida de fuentes científicas, objetivas y actualizadas, para distribuirla de manera organizada mediante boletines a todas aquellas organizaciones e instituciones de salud, universidades, medios de comunicación, profesionales de la salud y público en general (información activa).

Estas tareas se fueron desarrollando en el marco del axioma que afirma que el verdadero perfil farmacoterapéutico de un principio activo emerge cuando se utiliza en la población, por lo que se va generando información que, adecuadamente recuperada, se debe utilizar tanto en el proceso de prescripción, dispensación y utilización de medicamentos como en las alertas a las autoridades sanitarias e instituciones vinculadas a la salud, cuando resulta pertinente.
El monitoreo de la performance de un medicamento en la población mediante parámetros de eficacia, seguridad y confiabilidad, permitió obtener información en profundidad sobre numerosos aspectos tales como la interacción con otros medicamentos con alimentos, la acción en determinadas franjas etarias o poblacionales, la ampliación o reducción de indicaciones, entre otros. Este proceso se fortaleció con el desarrollo de la farmacoepidemiolgía y la implementación de la farmacovigilancia.
Como ejemplo, podemos mencionar que, durante la primera década de este siglo, la cancelación de la licencia por parte de las autoridades sanitarias de Estados Unidos (FDA) abarcó 14 principios activos, mientras que las autoridades europeas (AGEMED) cancelaron la licencia de 15 principios activos.
El nivel de consultas específicas por parte de profesionales de la salud, principalmente farmacéuticos, seguidos por médicos, odontólogos y enfermeros, entre otros, se ha mantenido a través de los años, mientras que las inquietudes del público en general se acrecientan con la aparición de patologías que afectan masivamente a la población. A su vez, se fueron publicando boletines, originalmente impresos y posteriormente digitales, conformando una actividad permanente de difusión activa de información.

Esta breve síntesis sobre el origen de las actividades del CIME, su misión y objetivos pone de manifiesto la importancia de proveer la asistencia descripta a los y las profesionales de la salud y a la población por parte de sectores académicos.
A lo largo de las décadas, la renovación bianual del directorio de este Centro generó la participación de profesores de los dos Departamentos académicos, quienes contribuyeron al fortalecimiento de las actividades del CIME y a la permanente disposición del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Córdoba a proveer ayuda financiera.