
En octubre, el Programa de Modernización y Asesoramiento Académico (PROMAA) comenzó a dictarse a estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas (UNC) cuyo interés sea formarse como ayudantes, agregadas, agregados, tutoras o tutores.
“Desde la Gestión buscamos instalar este programa como respuesta a una deuda histórica: la mirada pedagógica en la formación docente, ya que en esa instancia no sólo están las y los profesores sino también estudiantes que dan sus primeras prácticas docentes. Por eso, decidimos ampliar el PROMAA a estudiantes y acompañar así a quienes acompañan”, dijo Mara Parello, prosecretaria de Planificación, Inclusión e Innovación Educativa (PIIE) de la FCQ (UNC).
El 15 y el 19 de octubre, el equipo del Área de Orientación y Asesoramiento Educativo (AOE) ofreció los dos primeros talleres de formación de esta nueva modalidad del PROMAA.
En el primero, las y los estudiantes se introdujeron en las prácticas de enseñanza en la escena educativa, retomando temas centrales como la evaluación, los materiales didácticos y el entorno. El segundo taller se enfocó en estrategias frente a los desafíos de la enseñanza universitaria y en particular, de las ciencias químicas.
“La repercusión fue preciosa porque encontramos jóvenes con inquietudes, con ganas de involucrarse en la toma de decisiones a partir de fundamentos pedagógicos y didácticos para acompañar el aprendizaje de otras y otros estudiantes”, comentó Mariana Arruabarrena, a cargo de las instancias de formación.
Para la pedagoga, “el desafío es acompañar, en la adquisición de herramientas pedagógicas y didácticas, para llevar adelante esta idea de armar, de diseñar ambientes de aprendizaje significativos y de hallar elementos que provoquen aprender más y mejor. En ese sentido, resulta clave descubrir qué lugar ocupa un ayudante en el diseño de esos ambientes junto a sus pares”, destacó.
El oficio de la enseñanza
Mariana Arruabarrena, Mauricio Carreño y Evangelina Gabetta estuvieron a cargo de los dos talleres que se brindaron durante octubre en el Auditorio del Edificio Integrador.
El objetivo de estos espacios consistió en ofrecer un acercamiento a estrategias pedagógicas y didácticas que permitan diseñar experiencias significativas para que las y los ayudantes, agregados y tutores se aproximen al oficio de la enseñanza en el contexto universitario y en particular, dentro de la comunidad de la FCQ.
“Además de ofrecer estrategias concretas, buscamos que estos talleres resulten espacios de reflexión sobre el rol de las y los ayudantes. En esa relación, ayudante – estudiante, aparece una complicidad entre pares, esa confianza entre jóvenes con edades parecidas que están atravesados por esta referencia a un saber, a guiar, a orientar y al compromiso de enseñar”, explicó Arruabarrena.
Si bien los talleres de este nuevo PROMAA no ofrecieron los mismos contenidos que el programa destinado a docentes, los encuentros incorporaron temas para introducir a las y los estudiantes en el mundo pedagógico, con el fin de adquirir recursos que les permitan tomar decisiones en las aulas y acompañar aprendizajes significativos.
En los encuentros se trabajaron ejes como la colaboración en tareas de enseñanza y de seguimiento, y la construcción de vínculos de confianza en el aula. “¿Cómo colaborar para que estudiantes que no se animan a decir una pregunta a viva voz en clase lo hagan? ¿Cómo acompañar a quienes no les salen los ejercicios? En ese tipo de situaciones básicas, las y los ayudantes pueden acercarse y ser un referente de mayor complicidad para otras y otros alumnos”, señaló Mariana Arruabarrena.
Debido a la buena repercusión de los dos talleres realizados en octubre, desde la PIIE y el equipo de profesionales adelantaron que en lo que resta del año, planificarán nuevas propuestas para seguir afianzando el PROMAA destinado a estudiantes en 2025.