Ciclo lectivo 2024 en la FCQ-UNC: incertidumbre y desafíos

Por Marcelo M. Mariscal
Decano 

La educación pública universitaria representa sin dudas uno de los grandes logros de la sociedad argentina. Nuestro sistema de educación superior estuvo y está signado por los principios generales de gratuidad, laicidad e inclusión social, con un fuerte compromiso por la excelencia académica, la promoción de la investigación científica y la transferencia de los conocimientos hacia el sector socio-productivo, como elementos sustantivos que denotan la responsabilidad de la comunidad universitaria para con la sociedad que la sostiene.

Tal como establece la Ley vigente de Educación Superior en sus disposiciones preliminares es el estado nacional el responsable de proveer el financiamiento para cumplir con las metas de proporcionar formación científica, profesional, humanística y técnica en el más alto nivel, y promover la generación y desarrollo del conocimiento en todas sus formas. Inclusive, en el art.58 de la mencionada ley, se establece taxativamente que el Estado Nacional no puede disminuir el aporte para el normal funcionamiento de las universidades nacionales (UUNN).

En el contexto inflacionario que vivimos desde hace años en nuestro país, el cual se ha visto sustancialmente agravado durante el último trimestre (con un aumento en el índice de precios al consumidor de aprox. 60%), sumado a que el estado nacional está funcionando con un presupuesto reconducido,  es decir con exactamente los mismos fondos asignados para el año 2023, configura una realidad extremadamente preocupante para el funcionamiento del sistema universitario y por cierto también, considerando el presente análisis, para el resto de los organismos de ciencia y técnica dependientes del estado nacional. Este panorama no se modifica en lo más mínimo si se incorpora a la ecuación el reciente anuncio del gobierno nacional del incremento del 70% en los gastos de funcionamiento para las UUNN -del cual aún no se conocen los detalles de fechas y modalidad de desembolso, y que por otra parte representa menos del 5% respecto del presupuesto universitario total- hecho que a todas luces es insuficiente para afrontar los más de 280 puntos de inflación del año 2023. Sin lugar a dudas el actual esquema de decisiones del gobierno nacional pone en extrema tensión al sistema universitario, con el riesgo de afectar de manera determinante la excelencia académica que tanto lo ha caracterizado. 

Complementario y concurrente a la situación de las UUNN, es lo acontecido en torno al financiamiento del sistema de ciencia y tecnología. La Ley 27.614 de financiamiento del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación establece una pauta de crecimiento paulatino de la inversión en la función ciencia y técnica del presupuesto nacional, hecho que a todas luces no se está cumpliendo en el año en curso sino que, por el contrario, se han visto sustancialmente reducidas las partidas presupuestarias que afectan tanto a gastos de personal, como también aquellas que repercuten en el desarrollo y crecimiento de los proyectos de I+D+i.

En resumen, las perspectivas para el normal funcionamiento de nuestra facultad durante este 2024 son complejas y nos obligan a realizar gestiones permanentes ante la Universidad y los organismos gubernamentales superiores, con el objetivo de que nuestra institución cuente con un presupuesto adecuado para el presente año, que permita asegurar la continuidad de nuestras funciones básicas de enseñanza, investigación y extensión.  

Sin embargo, a pesar de las tremendas dificultades presupuestarias, continuamos haciendo foco, con los recursos que disponemos, en lo que consideramos los grandes desafíos en pos de mejorar nuestras actividades de formación académica. Es así como en el Ingreso 2024 implementamos por primera vez en la FCQ una serie de talleres relacionados a la vida universitaria, realizando una puesta en valor de la historia de nuestra Facultad, que entre otros aspectos, adhirió tempranamente a los postulados del modelo humboldtiano de educación superior, donde no se concibe la formación académica sin el desarrollo de nuevos conocimientos, es decir un modelo donde la enseñanza está íntimamente ligada a la investigación científica. 

Paralelamente, en este 2024 promoveremos la consolidación del Programa de Modernización y Asesoramiento Académico (PROMAA). Esta iniciativa tiene por misión central potenciar la innovación educativa y acompañar el trabajo docente en todas sus dimensiones.  Estas acciones seguramente tendrán impacto no solo en las actividades de gestión educativa, sino también en numerosos aspectos vinculados a los dispositivos de enseñanza y aprendizaje, que median las interacciones entre nuestros docentes y estudiantes. El PROMAA acompañará los procesos de planificación de estrategias didácticas alternativas a través de un equipo de especialistas que continuará con el análisis pedagógico de las prácticas actuales, con el fin de identificar oportunidades y proponer enfoques innovadores asistidos por la tecnología. En primera instancia las acciones se aplicarán a las asignaturas del primer y tercer semestre, y posteriormente al resto de las asignaturas de los ciclos superiores de las cuatro carreras que se dictan en la FCQ.

Complementariamente, en pos de asegurar la permanencia y egreso de nuestros estudiantes en el contexto socioeconómico actual, considerando la actual discontinuidad de algunas de las becas nacionales, y reforzando la mirada inclusiva que ha caracterizado a nuestra Facultad en los últimos años, fortaleceremos los programas de becas estudiantiles: becas de emergencia, becas de sostenimiento, préstamos de dispositivos tecnológicos, del Área Centralizada de Actividades Prácticas, entre otras, y los programas de tutorías tanto de ingreso, permanencia, como así también el nuevo programa de tutorías de egreso lanzado en 2023.  

Como se destacó precedentemente, en nuestra concepción de universidad la actividad científica es una característica central que coexiste y retroalimenta la docencia, la extensión y la vinculación tecnológica, y en este sentido -a pesar del marco de incertidumbre que atraviesan también todas las Unidades Ejecutoras (UE) de doble dependencia CONICET/UNC que se alojan en nuestra Facultad- trabajaremos fuertemente para poder continuar con las actividades de investigación de nuestros docentes-investigadores. Desde que comenzamos el año 2024  hemos mantenido un fluido diálogo entre directores de departamentos y de UE para unificar esfuerzos trabajando colaborativamente, potenciando la sinergia entre las instituciones involucradas. Actualmente estamos avanzando para poder concretar la mudanza de parte de los departamentos de Fisicoquímica y Química Biológica Ranwel Caputto al nuevo edificio INFIQC/CIQUIBIC, lo que constituye una de nuestras prioridades para este periodo.  

En lo que respecta a la infraestructura de la Facultad, este año finalmente cumpliremos el anhelado sueño de tener aulas nuevas para docencia: el aula/auditorio en el subsuelo Edificio Ciencias II y el aula Farmacia Simulada, un proyecto innovador en el ámbito del sistema universitario argentino. A estas iniciativas hay que sumar el ambicioso proyecto de construcción de aulas propias como extensión del Ed. de Ciencias I, que cuenta con financiamiento aprobado por el HCS y que actualmente está en proceso de cómputo presupuestario, que es la instancia previa al llamado a licitación pública.En conclusión, a pesar de que el 2024 presenta como rasgos sobresalientes la incertidumbre y la dificultad, estos aspectos no detendrán nuestra iniciativa de seguir proyectando, planificando y trabajando en pos de mejorar día a día nuestra querida institución. Lo haremos sin resignar la defensa de los derechos laborales, aspirando siempre a una justa remuneración del personal universitario y a un presupuesto equilibrado; y además  permaneciendo atentos a la realidad que atraviesan nuestros estudiantes y graduados. Es de esta forma en que nos mantenemos confiados en lograr la participación activa y colaborativa de la comunidad de la FCQ.

Comentarios cerrados.